en mago
en dios
en hechicero
en nicromante
y no te quedan dedos
y no hay más posibilidades-
tus sortilegios se han vuelto sol envejecido
aún antes de decirlos-
Y el por qué
el por qué de no encontrar
aún sigue ahí
guiñándote un ojo
diciéndote en forma seductora:
He aquí la puerta
pero nunca será abierta
Y miras hacia arriba
y el cielo es tan alto
y sabes que el péndulo
seguirá su movimiento
en cualquier punto
donde sea puesto
¡En cuántos, mi amigo, en cuántos más!
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