lunes, 18 de junio de 2007

La vida de la palabra

Hace mucho tiempo que no escribía, la verdad es que no tenía muchas ganas (y no es que me crea Onetti), así que, como ya me volvieron las ganas, me atrevo a dibujar mis ideas (agradezco las demostraciones de cariño de mis amigos y compañeros).


"Camino a la iglesia iba una bandada de gansos domesticados. Todas las semanas llegaban contoneándose y escuchaban al ganso-pastor hablar acerca de la maravilla que era poder volar. "No necesitamos caminar y quedarnos sobre el suelo y quedarnos en este lugar", los exhortaba el ganso-pastor. "Podemos levantarnos en el aire y volar hacia regiones distantes, hacia climas más benignos !Podemos volar!" y luego de escuchar el hermoso sermón cada semana los gansos-hermanos graznaban: "!Amén!" y luego enfilaban todos hacia la puerta y caminaban contoneándose hasta su casa para ir a ocuparse de sus cosas. Todo lo que necesitaban hacer era agitar sus alas".

Soren Kierkegaard (adaptación)

Que esta pequeña fábula me haya hecho reír refleja el conocimiento que tengo de muchos gansos caminantes, de los cuales, soy un renegado. Sí, es verdad que muchas veces di el amén a muchos gansos-pastores, pero he aprendido que para predicar de los vuelos no hay nadie mejor que un aguila.
¿ Es esta fábula sólo reflejo de las iglesias? por supuesto que no. Esta es una condición muy natural hoy en día, de hecho, no hay que ser un gran analista para darse cuenta de esto. Parece que estamos acostumbrados a decir "amén" (así sea) a cada persona que tenga un cargo de poder, nos tuercen la mano apelando a la sumisión acerebrada, creyendo que se puede inponer el respeto en vez de que se reconozca. Mis queridos amigos, no somos gansos, somos ovejas que reconocen el aroma de quien nos ha llevado en brazos, que siguen a quien nos lleva por pastos verdes y no por "delicados" desiertos. Quiero ejemplos, personas a quienes admirar ¿necesidad de referentes? !absolutamente¡ No sólo filosofías que se quedan en teorías, sino teorías que se practican y que, por sobre todo, quienes las enseñen y quienes las aprendan, las hagan carne.

3 comentarios:

el.lalanx dijo...

no konocia esa historia! :P
ta bn uena :) sep... derrepente pienso eso iwal... pero el solo exo de q un pastor o alguien "superior" a mi diga algo, apelo nada mas q kon un amen! :P ueno, son konductas aprendidas, pero tu reflexion me izo pensar i exigir mas! mil gracias Jonatan! kuidate mil i qDios te bendiga! se te qre amigo! :D

Carlos Vasquez Rios dijo...

Hola Jonatan

Me hizo meditar mucho la fabula de los gansos.
Lo que mas me "preocupa" es que los gansos-pastores y los gansos mas viejos en algun momento tambien -me imagino- fueron como nosotros, soñadores y rebeldes ante el sistema.

Me aterra pensar que algun dia cuando pasen los años al mirarme me de cuenta que soy uno mas de esos gansos, que solo digo amen.

Cuidate. Dios te bendiga.

patanushka dijo...

Jeremi, cuando te vi en esa clase de Maximino, me sentí muy contenta. En verdad se te echa de menos en la universidad...

Cariños!

y eso..... :P